del 1 de Octubre al 1 de DiciembreCuenca, Ecuador.
En la novela del escritor norteamericano Paul Auster, La Trilogía de Nueva York, el personaje principal camina por la ciudad cuadriculada intentando trazar una figura al azar en las calles, que desde un plano cenital distinga un símbolo que indique su destino o una letra del nombre de la persona a quién busca. La ciudad de Nueva York le entrega tantas opciones de giros e intersecciones que el personaje camina durante años y termina por formar su propio nombre, Quinn.
Cada intersección crea la unión de un sujeto con un objeto. Esta prevalece por un tiempo como una memoria individual hasta que intercepta a otra y se reproduce en una espiral que termina por ser colectiva. En la física puede ser interpretado como un teorema de circuitos eléctricos que conduce la electricidad de un punto a otro. Este maneja los polos positivos y negativos para ordenar un sistema que fluye sin complicaciones hasta que se crea un corto circuito y nos quedamos sin luz.
La memoria que funciona con metonimias anacrónicas, que construye recuerdos ocn recuerdos de otros, extiende la experiencia vivida para ser compartida o asimilada como prueba de una existencia única. Al ordenar esa red atemporal de recuerdos, de manera cronológica, nos trasladamos en bitácoras espaciales o mentales que nos permiten encontrar una panadería, retroceder en el tiempo para reconocer algún trauma de la niñez o celebrar sin modestia el Bicentenario de la Independencia. Regresa quien ha marcado el camino con signo o con texturas, quien se ha preocupado por tirar piedritas en el camino como Hansel y Gretel. Las intersecciones que fueron marcadas, se contextualizan en recuerdos, estos se juntan con la memoria, con la de los demás y se tornan realidad. Cuando todos estos caminos se interceptan se crea una realidad comunicativa que explota e interpreta al mundo a su manera sin dejar mucho espacio para las experiencias individuales.
Esta realidad es tejida por una variedad de intersecciones y es aceptada como una red que gira sobre su propio eje. La conexión entre estas redes acumulan información que denomina a los individuos y designa identidades a veces esquizofrénicas. La ciudad se convierte en proveedor oficial de cultura, historia, tiempo, política, memoria y delimita una inmunidad que es proporcional a su nivel de contradicciones. Una ciudad cuando es más conservadora, menos dialoga con las ideas esporádicas y no distingue los diferentes circuitos internos que están por orden natural adoleciendo. Esta ciudad decanta en el miedo y sus propios habitantes pasan a ser extraños.
Buses dedicados intenta trabajar con la ciudad de Cuenca como un Sinécdoque, un objeto animado del cual los choferes, el bus, las paradas, los transeúntes, la ciudad, las cámaras de vigilancia, el museo y el observador participan como hermenáutas que registran la experiencia del otro de manera espiral.
Carlos Idrovo
Video proyectado en el museo de Arte Moderno. Duracion 4 min.
